Se encuentra entre nuestros bienes más preciados: la noche. Buscamos ansiosamente un refugio de las luces urbanas y las pantallas brillantes, un espacio en el que podamos mirar al interior y renovar el espíritu. La melancolía consciente impulsa un nuevo romanticismo marcado por patrones medievales, costumbres que reviven y un concepto de belleza mucho más amplio. Los maestros holandeses conocían el secreto: los tonos oscuros crean un escenario dramático para un brillo sensual. Esta paleta cuenta con tonos de frutas maduras, azules nórdicos, neutros apagados y amarillos dorados.