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Cuando el hogar o la empresa de tu cliente sufren daños causados por el fuego, el agua o las tormentas, debes ayudarlo a volver a la normalidad lo antes posible. Los contratistas con experiencia comparten lo que saben sobre cómo lidiar con desastres.
“Ya sea que el desastre haya sido generado por agua, fuego u otros fenómenos peligrosos, todo lo que el dueño percibe es incertidumbre y caos. Nosotros les ofrecemos una perspectiva de recuperación”, cuenta Donald Nigro, presidente de DANE Contractors and Restorz, un grupo de estrategias de restauración que, desde 1990, trabaja en la recuperación de desastres en el noreste de Ohio. En un trabajo reciente, la empresa desarrolló una estrategia para que un garaje de 23,000 pies cuadrados de City of Bay Village volviera a funcionar en solo siete meses después de sufrir una explosión y un incendio devastadores.
“Los desafíos fueron muchos y muy variados, y debíamos abordarlos con un sentido de estrategia y planificación”, explicó Nigro. Para gestionar el proyecto de restauración de $2 millones, usaron métodos convencionales de restauración estructural avanzada junto con revestimientos de alto rendimiento y servicios especializados, como criogenia y termografía infrarroja.
“La industria de la restauración nos plantea desafíos de aplicación únicos, y la eficiencia y efectividad son fundamentales”, agrega. “En nuestro modelo de negocio para proporcionar un entorno seguro y saludable garantizado, y volver a construir con una integridad estructural total, sin olores ni contaminantes, es esencial asociarnos con un proveedor reconocido en el desarrollo de mejores soluciones”.
Es por eso que DANE elige a Sherwin-Williams como su proveedor de revestimientos desde hace más de 23 años. “Sherwin-Williams es una parte importante de nuestro equipo de soporte de recursos”, asegura Nigro. “Ofrecen un sólido soporte técnico para ayudar en la resolución de cualquier desafío de aplicación y recursos. Si combinamos la limpieza con hielo seco con la aplicación de revestimientos en un entorno comercial ocupado en el que el tiempo es vital, confío en que mi proveedor de revestimientos me brindará los mejores materiales para garantizar un proceso de restauración puntual”.
Otro ejemplo de los desafíos que enfrentan los contratistas de pintura luego de un desastre se dio después de las inundaciones que Tennessee sufrió en mayo de 2010, definidas por el Cuerpo de Ingenieros de la Armada como la “la peor inundación en 1,000 años”. En total, los daños a propiedades superaban los $2.3 mil millones, y el Gaylord Opryland Resort and Convention Center fue una de las construcciones más golpeadas. Un mes después de que el agua retrocedió, Gaylord Entertainment presentó un ambicioso plan de restauración de $225 millones para el hotel de casi 3,000 habitaciones, el más grande de Estados Unidos, sin contar a Las Vegas.
Para Bradley Coatings, Inc. con sede en Nashville, este sería uno de sus trabajos más difíciles. El agua alcanzó una altura de 15 pies (4.58 m) en las paredes de algunas zonas, y se tuvo que destruir gran parte de las paredes en el nivel inferior. Fue necesario reemplazar y repintar los sustratos en áreas que iban desde vestíbulos y atrios hasta restaurantes, salas de exhibición y áreas de empleados. El equipo de BCI, que tenía entre 20 y 25 pintores, trabajó siete días a la semana, de 10 a 12 horas por día, durante un período de tres meses. En total, se usaron más de 1,800 galones de pintura en muy poco tiempo para que el complejo estuviera listo para su reapertura.
“El mayor desafío fue seguir el cronograma”, cuenta Dustin Whitney, el representante de ventas de Sherwin-Williams que trabajó con BCI en el proyecto. “Empezaron a trabajar ni bien se secó el edificio de la inundación. Todo fue muy rápido y preciso, ya que tuvieron que hacer malabares con múltiples áreas al mismo tiempo para cumplir con los plazos para la reapertura”. Según Stan Williams, BCI dedicó 17,533 horas en el lugar dirigiendo a los pintores para cumplir con el proyecto dentro del periodo asignado de tres meses.
La combinación de colores también fue un gran desafío. “En los años 70, les habíamos creado un archivo de colores, pero muchos de esos colores ya están obsoletos”, cuenta Whitney. “En algunos casos, fuimos al sitio para recortar pedazos de los paneles de yeso y los combinamos en la tienda”. Fue necesario combinar más de 90 colores.
Gaylord Entertainment es conocido por usar materiales de la mejor calidad en todas sus propiedades, y especificó que se usara el látex para interiores Cashmere para lograr un aspecto ultrasuave en paredes y molduras. El acabado de bajo brillo se utilizó en las paredes y el de lustre semi-brillante se pulverizó sobre una capa base de laca.
“Si miras la moldura de cerca, parece un esmalte a base de aceite”, dice Stan. “El Cashmere es increíble. Nuestros equipos disfrutaron mucho usando este producto. Nos dio muchas oportunidades de retocar, y el secado rápido nos permitió volver a pintar en menos tiempo”.
Junto con todos los productos Cashmere, BCI usó más de 300 galones de Revestimiento de alto espesor ConFlex XL, una pintura elastomérica impermeable, en los ladrillos exteriores. Además, se logró un acabado faux en uno de los restaurantes reconstruidos, y se usaron más de 200 galones de Primer para paredes ProMar 200. Este trabajo masivo y veloz les permitió jugar un papel fundamental en el renacimiento de uno de los símbolos de la ciudad.
Brad Williams dice que el éxito del proyecto se debió a que los pintores, el contratista general, el propietario del edificio y el proveedor de revestimientos trabajaron juntos como una “máquina bien aceitada”.
“Creemos que Sherwin-Williams es el mejor proveedor de pintura del mercado”, agrega Stan. “Realizamos muchos proyectos a un ritmo acelerado, y necesitamos un socio de pintura que responda y que pueda enviar el material al lugar del trabajo lo más pronto posible. Sin importar qué tipo de trabajo estemos licitando, confiamos en que Sherwin-Williams tendrá el producto perfecto para hacer el trabajo”.