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Ya sea que busques emular el paso del tiempo o protegerte de él, estos son algunos consejos útiles para los acabados de exterior.
Es imposible detener o revertir por completo el envejecimiento de una madera de exterior, pero puedes demorar el proceso drásticamente si utilizas el acabado adecuado.
Existen dos tipos básicos de acabado, y ambos se usan para proteger las superficies de madera de la intemperie: los que forman una película o revestimiento sobre la madera, y los que penetran la madera y no dejan una capa definida. Entre los materiales que forman película están las pinturas y los barnices. Los acabados penetrantes incluyen a los impermeabilizantes, los conservantes y los tintes semitransparentes pigmentados.
Al elegir un acabado de exterior, ten en cuenta el aspecto, la durabilidad, el costo, el tipo de superficie, la facilidad de aplicación y el mantenimiento.
De todos los acabados, las pinturas otorgan a la madera la mayor protección contra la degradación ultravioleta y la simple erosión. Una superficie pintada retarda la penetración de la humedad exterior, bloquea la acción nociva de los rayos ultravioleta y sella la madera para que conserve las resinas naturales y demás aceites que, de otra forma, envejecerían.
En general, hoy se acepta que una buena pintura látex acrílica para exteriores del hogar funcionará tan bien o incluso mejor que una buena pintura del hogar a base de aceite. El hecho de que el látex es más poroso y puede respirar un poco —y que aún repela el agua— puede contribuir a que dure más tiempo. Además, las pinturas a base de aceite tienden a ser más frágiles, mientras que los látex conservan su flexibilidad.
En general, se pinta mejor sobre una superficie lisa y estable, como las maderas de baja densidad, veteado vertical y veteado de borde que resisten la hinchazón y la contracción.
Lo que hace tan populares a los acabados de barniz incoloro es que logran destacar y mejorar el veteado y el color de la madera. Desafortunadamente, todos los barnices –a base de aceite, alquídicos, uretanados y acrílicos– requieren un mantenimiento frecuente. La luz ultravioleta del sol termina dañando el barniz. Para no tener que raspar ni repintar con frecuencia al barnizar superficies exteriores, lo mejor es permitir una buena sombra, como aberturas empotradas, techos y salientes.
Los acabados penetrantes están diseñados para que la madera los absorba, para saturar las fibras de la superficie y para rellenar los poros de la superficie parcial o totalmente. Muchos acabados contienen agentes hidrófugos y conservantes de madera. Los conservantes controlan la formación de moho y demás hongos, y algunos incluso repelen la infestación de insectos.
Cuando se agregan pigmentos inorgánicos a los acabados penetrantes incoloros, la mezcla se clasifica como tinte penetrante semitransparente. El pigmento del tinte prolonga considerablemente la durabilidad del acabado absorbiendo gran parte de la luz ultravioleta. Sin embargo, es la mezcla total de pigmento, resina, conservante y agente hidrófugo lo que finalmente determina la durabilidad de cualquier sistema de tintes.
Las cualidades protectoras de los tintes penetrantes se aprovechan mejor en maderas serradas, envejecidas o de texturas ásperas, el mismo tipo de superficie que no necesita pintarse bien, incluidos recubrimientos, contramarcos, plataformas expuestas, cercas y tejas.
Desgastado por el tiempo, añoso, habitado, rústico, natural, nostálgico, antiguo. Todas las descripciones logradas por el aspecto de una madera envejecida. Si para tu exterior, prefieres una madera que se vea envejecida, áspera y gris —como la madera que nos ofrece la Madre Naturaleza—, puedes lograrla de dos maneras.
¿Pintura, tinte, barniz o conservante? Es tu elección.
Técnicas de acabado en madera