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Por: Gerry Sandusky
La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés) tiene 32 equipos, no grupos. Equipos. Todos los equipos son grupos, pero no todos los grupos son equipos. Llamar a un grupo “equipo” no lo convierte en uno. Ese es el mito del equipo. Demasiados dueños de negocio y ejecutivos ven la palabra “equipo” como una etiqueta. Pero no lo es. Un “equipo” es un logro: un proceso dinámico que incluye talento, enfoque, motivación y sacrificio. Tiene personalidad, preferencias y una cultura única.
El mito del equipo lleva a los negocios a creer que pueden pedir prestada una palabra o una etiqueta de un deporte para reemplazar o acelerar un proceso. Estos son cinco pasos que deberás seguir para formar un equipo que merezca llamarse así.
1. Reclutar talento
El talento importa. Cada entrenador jefe de la NFL sabe que mientras más talento tenga en su lista, más gana en inteligencia. Identificar y reclutar talento solo es el primer paso. Pero el talento solo nunca es suficiente. Cada año en la NFL, hay equipos talentosos que no pasan las eliminatorias. En tu negocio funciona igual. El talento es el punto inicial, no el producto final. Identifica el talento que necesitas. Reúne el talento. Pero no se te ocurra llamar a ese talento “un equipo” aún.
2. Define y trabaja hacia un objetivo.
Todos los equipos se organizan en torno a objetivos específicos. En la NFL cada equipo trabaja en dirección al objetivo de ganar el Super Bowl. Para eso, los equipos elaboran una serie de objetivos; cada uno de ellos hace que el equipo avance en dirección al objetivo principal:
En los equipos exitosos, cada integrante sabe el o los objetivos principales. Se los comunica de manera cabal y consistente. El objetivo brinda una dirección para que los miembros más fuertes del equipo sepan cuando se apartaron del rumbo. Todo lo que hace un buen equipo de la NFL, desde su cronograma de prácticas hasta su itinerario de viajes, o su programa de entrenamiento fuera de temporada, debe dirigir al equipo en dirección al aumento de las posibilidades de ganar el Super Bowl. Todo. Y cada miembro del equipo debe entender esa particularidad del enfoque. ¿Cuál o cuáles son los objetivos establecidos que servirán para volver a definir a los individuos talentosos que incorporó al equipo?
3. Deja en claro los beneficios de pertenecer a un equipo
Ningún integrante de un equipo de la NFL se presenta a la práctica diaria enfocado en que el entrenador jefe firme un contrato nuevo. En tu organización, nadie se presenta cada día esperando que el director ejecutivo gane un bono mayor. Todos llegan motivados por sus propios deseos, intereses y esperanzas. Aprovechar ese amplio espectro de ambiciones y motivos exige claridad.
Cada miembro del equipo ganador del Super Bowl recibe un anillo brillante exclusivo para ese equipo y esa temporada: un anillo que no se puede comprar en ningún lugar. Tienen que ganárselo: entre todos. El éxito tiene una cantidad de otros beneficios no tan definidos: acuerdos de respaldo, un contrato nuevo, reconocimiento nacional, etc. Pero todo esto no convierte a los individuos en equipos. Irónicamente, tampoco los salarios. Los salarios son parte del paso uno: atraer talento. El beneficio del éxito para un equipo debe ir más allá del salario que gane cada integrante del equipo, y de las motivaciones personales de cada uno. El salario es un beneficio personal. Los equipos exitosos giran en torno a los beneficios compartidos. ¿Cuál es el beneficio del éxito compartido para los integrantes de tu equipo?
4. Crea la participación de los integrantes del equipo
Un equipo está integrado por gente que sacrifica algo importante, algo que todos deciden resignar. Eso genera participación, la base de un sistema de méritos. Nadie es tackle derecho de los Cleveland Browns solo porque su padre fue tackle derecho de los Cleveland Browns. El tackle derecho se gana su puesto por sus méritos individuales y por el precio que paga por ser parte del equipo. Cada equipo de la NFL tiene campamento de entrenamiento, un mes de intenso trabajo, prácticas fuertes, mucha competición y reuniones que se extienden hasta la noche. Durante el campamento los miembros del equipo resignan tiempo libre, placer, y familia.
A medida que avanza la temporada, cada equipo de la NFL tiene un líder de yardas a la carrera, recepciones, tackles y capturas. En los mejores equipos, esas distinciones tienen muchísimo menos peso porque los individuos de esas categorías ven que su esfuerzo es una forma de llevar al equipo a un nivel superior de logro compartido. Irónicamente, en los equipos perdedores los líderes suelen captar la mayor atención. Se transforman en un foco individual. Y eso desarma al grupo, lo transforma en un grupo de individuos.
¿Los miembros de tu equipo pagaron un precio por pertenecer? ¿Cuál? Que sea un precio alto. La gente valora aquello por lo que paga más.
5. Fija un objetivo de tiempo
Los grupos, las asociaciones y las organizaciones tienen final abierto. Los equipos, no. Los equipos tienen una fecha específica de inicio y finalización. Los primeros cuatro pasos ayudan al equipo a llegar a la fecha de inicio. El quinto paso, la fecha de finalización, sirve para impulsar al equipo dando un sentido de urgencia, propósito y enfoque. Después del Super Bowl de este año, todos los equipos de esta temporada de la NFL no existirán más. Claro que continuarán como organizaciones. Pero el equipo 2014 termina el minuto en que juega su juego final, y cada integrante del equipo lo sabe.
Después de la temporada muchos de estos integrantes del equipo 2014 tratarán de ubicarse otra vez en el paso uno: ser parte de un grupo talentoso que la organización armará para formar el equipo del próximo año. Tu equipo necesita un período específico que lo impulse a lograr la excelencia. ¿Un mes? ¿Un trimestre? ¿Seis meses? ¿Dos años? Tú decides. Asegúrate de que tu equipo conozca la fecha del Super Bowl.
Estos cinco pasos transformarán a tus grupos en equipos, y tus equipos podrán transformar a tu organización en un líder del rubro. Pero adoptar el enfoque de equipo no garantiza el éxito. Esa es la última parte del mito del equipo. Hay treinta y un equipos de la NFL que no ganan la final de la temporada. Los treinta y dos armarán un equipo más fuerte para el año próximo.