Por Patricia Gibson, El Mundo de Patricia
No sé ustedes pero lo primero que pienso yo cuando pienso en la renovación de una habitación es en el nuevo color de pintura que usaré en las paredes, ya que es lo más económico y fácil de cambiar. En esta ocasión le tocó el turno al cuarto de mi niño más pequeño, ya que hace tiempo tenía ganas de pintarlo pero no me decidía en un color.
Al visitar mi tienda local de Sherwin-Williams encontré el color perfecto para este cambio e inmediatamente puse manos a la obra. El color se llama Tradewind (SW 6218) y es el azul perfecto, ni muy intenso ni muy tenue, y combina perfectamente con el resto de los colores de colcha, y demás adornos que ya teníamos.
A continuación les cuento exactamente qué productos usé y los pasos a seguir:
Productos:
Paso a paso:
Primero retiré todos los juguetes y demás muebles de la habitación. Luego limpié las paredes ya que siempre tienen polvo y no se debe pintar encima del polvo. A continuación cubrí los marcos de la puerta y el closet con la cinta azul para asegurarme no ensuciarlas de pintura, también le puse cinta a los bordes ya que son de madera blanca.
¡Ahora podemos comenzar a pintar! Yo le apliqué dos capas de pintura, dejando secar la primera aplicación por aproximadamente dos horas antes de aplicar la segunda. Como el cuarto es relativamente pequeño no usé toda la pintura, sino que me sobró, así que el resto lo usaré para cualquier retoque que se tenga que hacer en el futuro. Luego que dejan secar por otras dos horas, retiran la cinta azul y ¡listo!
Quedé realmente feliz con el color elegido y con la calidad de la pintura de Sherwin-Williams, y ni hablar de la nueva apariencia que tiene el cuarto, fresca y relajada, perfecta para descansar. ¡Gracias Sherwin-Williams!