Las paredes vacías pueden ser todo un reto cuando se trata de innovación, estética y presupuesto. Muchas veces el arte de calidad esta fuera del alcance pero eso no significa que las paredes deben seguir desnudas. El color hace gran parte de la solución.
Personalmente amo cambiar el color de las paredes cada temporada. Y esta vez explorando otras propuestas, encontré nuevos usos y perspectivas para objetos convencionales (como una alfombra), que con frecuencia puede adquirir valor a partir de tu imaginación.
Ese telar olvidado que mantienes en la bodega o que está usualmente destinado a recibir pisadas, puede llegar a tener hasta tres dimensiones (¡y más!), contar una historia, y dar calidez a tu interior.
Aquí algunos tips para vestir tus paredes alejándonos de los tradicionales posters, cuadros o fotos y en vez, renovando el color de la pared y usando un objeto colgante como una alfombra:
Observa cómo cambia radicalmente el espacio llenándolo de estilo. El color de la pared será el marco perfecto, el telar agregará textura y la iluminación dará profundidad. Es importante cómo cuelgas la alfombra, el peso debe estar balanceado para su buena conservación.
Y si quieres ir un paso más, llevarla a 4D, prepárate a intervenir tu alfombra agregando gotas de pintura, parches tipo patchwork, fotos, hilos, semillas y hasta luces. He visto incluso objetos en miniatura que aplicados logran un paisaje horizontal, un mapa del tesoro.
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