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Las “lámparas inteligentes” y otras opciones LED están cambiando las reglas de juego en cuanto al diseño de iluminación.
Por SHANNON PRATHER Ilustraciones de ANDREW BANNECKER
Su cálido y familiar resplandor ha iluminado el espectro de estilos, desde el elegante hasta el audaz, durante más de cien años. Pero el reinado de las lámparas incandescentes se está desvaneciendo, al tiempo que las opciones lumínicas LED, más frías y eficientes energéticamente, siguen deslumbrando a los profesionales del diseño.
Inicialmente criticada por su alto costo y su mala reproducción cromática, la tecnología LED ha hecho grandes avances. Su participación en el mercado de la iluminación residencial trepará del 7 % en 2011 al 73 % para 2020, según un modelo de mercado realizado en 2012 por McKinsey & Company.
Los productos LED de última tecnología permiten que los usuarios ajusten el color de la luz están revolucionando la naturaleza de la iluminación, afirma Terry McGowan, director de ingeniería y tecnología de la Asociación Americana de Iluminación (en inglés, American Lighting Association, o ALA).
“No es un producto meramente funcional, es un objeto de entretenimiento”, dice McGowan.
Por ejemplo, el modelo HUE de Philips, que se vende exclusivamente en las tiendas Apple, permite a los usuarios personalizar la iluminación con solo deslizar un dedo e incluso cambiar los colores de luz disponibles en un amplio espectro, ofreciendo configuraciones que pueden imitar la salida del sol al amanecer o aumentar el nivel de energía por la tarde.
Según Stacy Brown, directora de comercialización de la cadena minorista en línea de LED EnvironmentalLights.com, los estudios demuestran que, durante el día, la gente trabaja con mayor eficiencia con luz blanca fría, pero que por la noche prefieren un resplandor cálido, más parecido al de las lámparas incandescentes. La nueva generación de productos LED permite combinar lámparas frías y cálidas en un mismo producto, y controlarlo todo a través de su Smartphone o un control remoto.
“La gente tiene preferencias personales”, dice McGowan. “Estamos acostumbrados a una luz fija. Pero si tienen una perilla que gire, la gente va a utilizarla y encontrar algo que les guste”.
Hasta ahora, la iluminación LED ha hecho grandes avances en cuanto a iluminación de vidrieras, recreativa y para vialidad. “Estamos en el mejor momento: los precios son competitivos y la calidad de la luz es bastante buena”, afirma McGowan. Otras ventajas: La tecnología LED no genera calor ni zonas cálidas y las bombillas utilizan 80 % menos energía eléctrica que las lámparas incandescentes.
Pero aunque los costos se redujeron a menos de la mitad en los últimos años, las lámparas LED aún cuestan entre 12 y 25 dólares cada unidad, en comparación con el costo inferior a un dólar de las tradicionales incandescentes.
“Diseñadores y consumidores necesitan pensar en la tecnología y los productos LED como si fueran electrodomésticos”, dice McGowan. “Van a convivir con ellos durante años y quizás las lleven consigo cuando se muden. Es una forma distinta de pensar en la iluminación.
“Todavía no escriban el obituario de las incandescentes”, agrega McGowan. Aunque el Parlamento de los Estados Unidos ha ordenado discontinuar las lámparas incandescentes tradicionales, los diseñadores todavía pueden adquirir una incandescente halógena más eficiente y elegirla para determinados usos. ¿Por qué?
Las lámparas incandescentes aún son las que ofrecen la mejor reproducción cromática al precio más bajo. La menor reproducción cromática de las lámparas LED se traduce en un rojo menos visible, algo que no resulta muy favorable para algunos tonos de piel. Esa es la razón por la que las lámparas incandescentes siguen gozando de popularidad para candelabros y arañas, señala el arquitecto y diseñador de iluminación Joe Ray-Barreau, consultor educativo de la ALA.
Los productos y las lámparas LED de más alta calidad ofrecen una reproducción cromática superior, pero, hasta ahora, sus elevados precios han limitado su utilización a proyectos comerciales de alta gama. Sin embargo, los expertos de la industria no tienen dudas de que seguirán surgiendo nuevas opciones lumínicas.
“Estamos en presencia de una gran innovación”, dice McGowan, “y esto es solo el principio”.
Shannon Prather es periodista del área de Mineápolis.