“La personalidad del color”: ¿Un atajo útil a los tonos ideales de tu cliente?
¿O un desvío para perder el tiempo?
Al inicio de un proyecto residencial, muchos diseñadores les hacen distintas preguntas a sus clientes acerca de su estilo de vida. Con frecuencia es una forma confiable de determinar el estilo de diseño apropiado para ellos. Esto me pareció interesante cuando vi las preguntas anteriores en un cuestionario sobre la personalidad del color publicado por la revista Fresh Home. Tal vez has visto cuestionarios similares y te sentiste tentado a tomar prestadas una o dos preguntas para hacerles a tus clientes.
Pero, ¿los profesionales de diseño que se especializan en diseño residencial usan estos trucos? ¿Conocer las comidas favoritas de una persona puede decirnos verdaderamente qué colores desea en sus paredes o qué muebles son adecuados para su sala de estar? Decidí averiguarlo realizando un experimento con un grupo de enfoque de ocho personas.
Los participantes realizaron una de dos encuestas. Una fue el cuestionario de personalidad del color Fresh Home, y la otra fue una prueba de personalidad del color de Better Homes and Gardens. Mi objetivo era simplemente ver si los resultados tendían a ser precisos. El resultado general: La mitad de los participantes recibió resultados que creía verdaderos, mientras que la otra mitad no.
Después de responder preguntas aleatorias tales como dónde irían de vacaciones y qué harían si recibieran visitas inesperadas un fin de semana, cuatro de los participantes obtuvieron una personalidad de color descripta como “Gris colorido,” una paleta de grises con distintos tonos de fondo que pueden combinarse con tonos brillantes. Fuera de estas cuatro, solo una persona no aprobó esa respuesta: “Me agrada el gris, pero nunca pintaría una habitación con diferentes grises. Me parecería deprimente, prefiero usar colores más alegres en mi hogar como el amarillo, el rosado y el anaranjado”.
Otro participante inicialmente se mostró algo reticente a aceptar su resultado de gris colorido, pero al final comenzó a encontrarle un sentido: “Pienso que en general prefiero más color. Sin embargo, planeaba usar el púrpura con acentos de blanco y plata en una de mis habitaciones. ¿Tal vez el gris podría interpretarse como plata?”
Otra persona, cuya personalidad de color resultó “Azul náutico”, consideró que el resultado era incorrecto. “Mi descripción indicaba que me agradaban los azules intensos, vibrantes y refrescantes. Realmente no soy yo. Me suelen gustar los colores cálidos”.
A pesar de las discrepancias percibidas, una participante sintió que su resultado era acertado. Su personalidad del color era “Rústico refinado”, con una inclinación hacia por los tonos naturales y orgánicos de la tierra. Esta descripción se alinea completamente con los marrones, óxidos y ámbares que ha utilizado en todo su hogar.
Mi conclusión de este experimento: Formular a un cliente solo preguntas generales sobre el estilo de vida no es una forma confiable de comprender su paleta de decoración ideal. Las preferencias de colores pueden cambiar a lo largo del tiempo y verse influidas por las tendencias actuales, y demasiadas preguntas vagas y abundantes pueden confundir los resultados generales sobre los colores.
Como consultora de color, he creado mi propio cuestionario. Mis preguntas obtienen la asociación de una persona con el color y se enfocan en la habitación específica que se está decorando. Estos son algunos ejemplos:
Formular estas y otras preguntas enfocadas me ayuda a elegir de forma coherente los colores adecuados para mis clientes. Creo que un enfoque más directo a la selección de colores deja poco margen para el error.